Hace ya bastante tiempo que la gente ha empezado a utilizar la expresión "odio eterno el fútbol moderno" y no es para menos; aunque esta expresión abarca muchos aspectos y yo voy a intentar centrarme sólo en uno: en lo que ocurre dentro del campo.
Mas allá del precio de las entradas, los repartos de ingresos por televisión, el diseño y precio de las camisetas (que podría darme para una tesis), de un tiempo a esta parte los futbolistas han adquirido una serie de manías o costumbres que hacen que cada vez que veo un partido por televisión tenga que gritar: "¿pero has visto eso? No soporto que lo hagan (y que se lo permitan, claro)",
Así que he decidido enumerarlas todas (o las que he recordado hoy en esta soledad que es la pretemporada) para desahogar y demostrar a mi media docena escasa de lectores lo maniática que puedo llegar a ser. Vamos allá:
- Los porteros que se salen del área para sacar. Se adelantan tanto que muchos de ellos terminan saliéndose del área con el balón en la mano para sacar. ¿Qué necesidad? Llegas suficientemente lejos sacando desde dos pasos más atrás.
- Pitar falta al portero en cualquier salto, se toquen o no. Sea dentro o fuera del área pequeña. El portero se ha convertido en algo más que intocable. Ya no se puede uno ni acercar en los saltos.
- Agarrones en todas las faltas lateral/ córners: hay unos 40 penaltis por partido. El "marcar de cerca" se ha convertido en una sesión de abrazos y placajes que siempre terminan: o bien en nada, o en falta en ataque. Eso sí, en el centro del campo se pita cualquier choque, agarrón o roce que haya, como si las zonas del campo hicieran diferenciar la intensidad de la falta.
- Reclamar todos los saques de banda / fondo / córners a favor aunque haya sido claramente en contra. Cada vez que veo una mano señalando, juro que me apetece tirar una zapatilla contra la televisión.
- Adelantarse para sacar de banda: la madre de todas las manías modernas. El balón sale de banda, el recogepelotas o el propio jugador ya coge el balón un par de metros por delante de donde ha salido, da 3 o 4 pasos más, pregunta al árbitro, y antes de sacar da otros 4 pasos como mínimo. En cada saque de banda se adelantan una media de entre 5 y 10 metros sin que el árbitro diga nada cuando es más que descarado. He visto casos en los que un equipo echa el balón fuera para que un jugador sea atendido y en vez de darle una patada hacia fuera del campo, deja el balón pisado en la línea para perder menos tiempo; es imposible no tener ahí una referencia de dónde está el balón. Pues el jugador que va a sacar coge el balón y comienza a caminar sin que nadie le diga absolutamente nada. Otra muy clásica es ver un balón salir fuera y caminar hacia el siguiente recogepelotas que puede encontrarse a unos 5 metros. Coger su balón y empezar a caminar desde ahí.
Muchas veces no ganan casi nada con ello, son simplemente manías que hacen que yo me ponga histérica. Pero otras veces sí que ganan; se quitan de encima la presión si están en zona defensiva o rompen una línea rival entera solo cogiendo un balón que esté a 5 metros de donde debería.
- Darle un toquecito al balón después de que el árbitro pite. Desplazar el balón para perder tiempo está castigado, en teoría, con tarjeta amarilla. Pero no hablo de darle un patadón al balón y mandarlo a la tercera gradería. Hablo de que te piten una falta, te das la vuelta, protestas la falta y le das un toquecito al balón hacia un lado. ¿Para que el rival no saque rápido? Imagino que sí, pero debería ser tan amarilla como un desplazamiento largo y a mí, personalmente, me genera una violencia que terminaría expulsada si fuera futbolista profesional. Quien dice toquecito al balón, dice llevarse el balón debajo del brazo. Violencia, chunga, mucha.
- Empujón una vez que el balón ya no está en disputa. Esta es otra manía adquirida en los últimos años parecida al punto anterior pero más peligrosa. Siempre han existido futbolistas que "marcaban territorio", pero la manía moderna es dar un empujón al rival cuando ya no hay ocasión de jugar el balón. El más clásico es el momento en el que el balón sale por línea de fondo y uno de los dos jugadores que va en la disputa empuja al otro con el balón ya fuera o cuando está a punto de salir para que éste no llegue. El concepto de "carga" se nos ha ido. Las cargas por detrás nunca han sido cargas. Son falta y punto. Y en este caso concreto suelen terminar con un jugador contra la valla.
En otros casos no terminan contra la valla sino peor. Dos ejemplos: ¿Recordáis la caída espeluznante de Fernando Torres en Riazor? Bergantiños salta y va al coche a un balón que ya no estaba allí, va innecesariamente a chocar con Torres que termina con un golpe que se pudo haber evitado. Y es lícito ir al choque e incluso a veces llegar tarde o medir mal, pero hay casos en los que simplemente se va a chocar sabiendo que es imposible llegar al balón.
Otro caso, este de empujón que acabo mal y nunca se habló de ello: Villarreal-Sporting: balón largo hacia Bakambu, Bernardo va protegiendo el balón para que llegue a Cuéllar y cuando el delantero ve que el portero se va a hacer con el balón, da un empujoncito a Bernardo, le cambia el paso, pisa mal y se rompe el cruzado. ¿Mala suerte? Sí. ¿Evitable? también.
- Levantar las manos, señalar el balón o mandar a un rival que se levante. Ya puede haber un trozo de pierna en el césped o sangre en la cara del rival que no hay falta en el fútbol en el que no ocurra una de estas tres acciones en el jugador que hace la falta.
- Reclamar mano en todos los disparos dentro del área en los que haya un rebote.
- Tirarse al suelo para pedir un cambio. Mira bonito, si hace un minuto estabas corriendo, puedes esperar a que el balón salga fuera y hacer el cambio o, si estás muy malito, te sales a la banda. Raro es el partido en el que el equipo que va ganando no sufre 3 o 4 desmayos en los últimos 10 minutos. Y a la mitad de ellos se les ve luego esprintar en un contraataque.
- Pararse para bajarse las medias / quitarse las espinilleras cuando van a sustituir a un jugador. Tarjeta automática, sin dudarlo. Y si es la segunda, a la calle. Bastante pérdida de tiempo es que vayan a saludar al árbitro o que lleven un trote cochinero.
- Recogepelotas como jugador número 12. Los prohibiría. Hacen desaparecer balones, montan contraataques al equipo local, tiran balones de más cuando hace falta. Por mí, que fuera la propia liga quien los pusiera y ya.
- Y todo esto tendría menos importancia si este punto no sucediera: el tiempo añadido estandarizado: Durante un tiempo el tiempo añadido era de un minuto en la primera parte y 3 en la segunda. Ya se podía haber caído el mundo. Luego una circular informaba a los árbitros de que si no había cambios ni lesiones, en la primera parte no se añadía nada. Conclusión: en la primera parte puede perderse el tiempo que se quiera porque nunca, nunca, nunca, lo van a añadir. Así se vio en un Sporting-Recreativo: el árbitro llamó la atención al portero visitante en más de una ocasión para que no perdiera tanto tiempo en los saques de puerta, pero una vez que se cumplió el 45', a vestuarios.
Y en las segundas partes lo mismo. En España nos parece un escándalo añadir más de 4. Se supone que 3 fijos vienen por los cambios, así que al parecer se pierde solo un minuto, como mucho, en los desmayos varios. Luego, claro, hay casos para todos: que los cambios no sumen 3 minutos, que con solo la mitad de cambios sumen 4...o hasta que marque el grande, pero eso es otro tema.
Vista la extensión de este post, no tengo muy claro por qué sigo viendo fútbol. Y eso que no hemos hablado del VAR,